martes, 20 de noviembre de 2018

AVANZA EL CASO URGENDA EN HOLANDA ANTE CONFIRMACIÓN DE TRIBUNAL DE APELACIONES DE CONDENA AL ESTADO EN CASO DE CAMBIO CLIMÁTICO

Gobierno de Países Bajos Anuncia que Apela Histórico Fallo Sobre  Cambio Climático

Con fecha 19 de Noviembre de 2018, el Blog Legal Planet (Legal Planet noreply@legal-planet.org a través de mail.wpengine.com), publica un post firmado por Jesse Reynolds, Profesor de Política y Derecho Ambiental de la Universidad de California (http://legal-planet.org/2018/10/17/a-potentially-important-climate-change-court-ruling-in-the-netherlands/), que pone foco en la última incidencia en el juicio seguido por la ONG Urgenda (Urgent + Agenda) procurando la condena a los Países Bajos por su actuar tortuoso y errático en el cumplimiento de sus compromisos asumidos a nivel del Derecho Ambiental Internacional del Cambio Climático. A continuación nos permitimos traducir libremente la nota del Profesor Reynolds tal como la publica Legal Planet:

"El mes pasado,   un tribunal de apelaciones en los Países Bajos confirmó el mandato  de un juzgado de primera instancia   respecto a  que el gobierno holandés está legalmente obligado, para reducir emisiones del gas de efecto de invernadero, a actuar más agresivamente. Tal decisión atrajo la atención internacional, así como también la alabanza de organizaciones de defensa y abogacía medioambientales. Como era  esperado, el gobierno ha anunciado que apelará esta decisión en el   caso   Urgenda para ante la Corte Suprema del Reino.
Hay razones que explican por qué este es un caso peculiar. Desde una perspectiva del Derecho del  cambio climático, es el primero en el cual los tribunales están de acuerdo que el Estado está sujeto a obligaciones para aminorar emisiones de gases de efecto  invernadero. Hasta cierto punto, ello  es un producto o se deriva de la provisión Constitucional   Holandesa   que dispone que  " preocupará a  las autoridades mantener el país habitable y proteger y mejorar el medio ambiente "  (Artículo 21
: It shall be the concern of the authorities to keep the country habitable and to protect and improve the environment").
Desde la perspectiva legal holandesa, la  judicatura se define como notablemente aseverativa o imperativa. Los Países Bajos es un país inscrito en la tradición del Sistema del Derecho Civil ( Latino Continental), en que los tribunales interpretan y aplican la ley pero no pueden crear leyes transcendentales directas. Además, la Corte Suprema – o más exactamente, el Consejo Supremo (Hoge Raad) – ni puede considerar la constitucionalidad de una ley ni puede reexaminar los hechos de un caso. En lugar de eso, actuando como una   corte de casación, sólo puede reafirmar o puede desechar decisiones de juzgados menores basados en analizar si ellos  interpretaron y  aplicaron la ley apropiadamente y proveyeron con suficiente motivación. Así, el Poder Judicial como un todo, y la   Corte Suprema en particular, tienen sustancialmente menos poderes cuando  se las compara con sus contrapartes americanas.
Es por esta razón que el planteo de la acción originaria, denominada  Urgenda  era sorprendente. Sobre todo, porque un tribunal de distrito emitió un mandato  al gobierno para reducir dramáticamente las emisiones de gases de efecto  invernadero del país en un corto tiempo. Tal decisión de política normalmente era el dominio del Parlamento y del gabinete. Muchos observadores sostienen la opinión que las   decisiones   Urgenda estaban en contra del balance de poderes de Holanda.
Ahora, el gobierno sostiene que está acatando la sustancia de las leyes que le imponen el deber de reducir emisiones por al menos el 25 % (referente o con relación al nivel de emisiones de 1990) para 2020. El gobierno afirma sería procedente llevar el caso a la Corte Suprema sólo para aprender   si " los jueces van  a sentarse en la silla política."
Independientemente, es dudoso que estas disposiciones, incluyendo la posible confirmación por la Corte Suprema de las decisiones del juzgado de primera instancia, tengan cualquier impacto significativo en el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. La política de clima puede ser considerada  como un barco navegando en un gran océano que es regularmente golpeado por fuertes corrientes. La dirección  política puede cambiar el curso en el largo plazo, pero hacer eso a la corta es desafiante. Además, la tasa de crecimiento económico – las corrientes fuertes – tiene un efecto de corto plazo mucho mayor en emisiones que la política de clima. Y los líderes políticos así como los electores que los escogen,  abrumadoramente apoyan  y reclaman más gran crecimiento   económico, que – manteniéndose todo igual  – supone incremento de emisiones.
Miremos los números. A partir de 2016, las emisiones de Países Bajos fueron abajo de  11 % con relación a las de  1990. El acuerdo de los Países Bajos con la Unión Europea es reducirlos cerca de 18 %. El acuerdo político para la formación de la actual  e inestable coalición gobernante (https://www.rijksoverheid.nl/regering/regeerakkoord-vertrouwen-in-de-toekomst/3)  de cuatro partidos  establece sus objetivos de reducción de emisiones hacia 2030, no a 2020. Aunque el gobierno pronostique que   las políticas   pretendidas reducirán emisiones en un 23 % para 2020, parece improbable que las reducciones en cuatro años alcancen a más al doble de lo que se logró en los previos veintiseis. Además la oportunidad más clara para alcanzar algo semejante en  poco tiempo sería el cierre de uno o dos plantas de electricidad accionada por carbón. Aún en este caso, los Países Bajos necesitarían importar más electricidad de sus vecinos, conduciendo a una mera alternación – no la reducción – de emisiones del gas de efecto de invernadero dentro de la Unión Europea.

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